La evaluación está destinada a inspeccionar y determinar de manera objetiva y rápida el grado de afectación de la estructura en edificaciones afectadas por un sismo.

 

Se obtendrá determinando el daño estructural o de inclinación del inmueble, el efecto de torsión y el total de daños en muros, escaleras, columnas, losas de entrepisos y azoteas posiblemente afectados. A la par se hará la valoración del estado óptimo de las instalaciones de energía eléctrica, gas, agua y drenaje.

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Entendiendo que es la autoridad de la ciudad de México quien tiene la responsabilidad de coordinar, evaluar e informar de las intervenciones para recuperar y proteger a la población afectada; este PROTOCOLO sólo coadyuvará en la toma de decisiones para salvaguardar vidas, limitar el daño a la salud y reducir las pérdidas socio-económicas.

 

La rapidez y certeza en la obtención y análisis de los datos obtenidos en el lugar del siniestro será siempre un aspecto crítico a resolver, ya que puede presentarse fallas en su elaboración en virtud del impacto psicológico al que pueden llegar a estar sometidos los brigadistas al momento de efectuar dicha evaluación. Por ello, la capacitación y certificación de personal es esencial y deberá efectuarse antes de enfrentar situaciones de emergencia.