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Fotografía de Santiago Arau

RECONSTRUCCIÓN

El día 7 y 19 de septiembre del año 2017 tuvimos la presencia de dos sismos de gran magnitud, siendo este último el que mayor daño a representando; más de 12 millones de personas afectadas, más de 400 municipios y delegaciones de los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Ciudad de México, Tlaxcala, Hidalgo, Puebla, Morelos y Guerrero.

Los estados con mayor devastación en el sismo del 7 de septiembre, fueron Oaxaca, con 21,823 viviendas dañadas y Chiapas con 18,058 viviendas con daños totales. Entre estos dos estados, se estimó la demolición necesaria de 9,585 inmuebles.

Por otra parte, en el sismo del 19 de septiembre, la entidad con mayor afección fue la ciudad de México, donde 2,247 casas resultaron con daños totales.

Viviendas afectadas por el sismo del 7 de septiembre de 2017, en Hueyapan, Morelos, ejemplo de lo acontecido en la República Mexicana. Éste tipo de afectaciones, recibían como apoyo del gobierno entre 15 y 30 mil pesos, o un par de millares de block de concreto, en todos los casos insuficientes para reconstruir los espacios derrumbados y la vida de los damnificados.

Con antecedentes como el sismo del 85, donde nuestros padres vivieron contingencia por el terremoto, y con lo sucedido en septiembre del 2017; sin darnos cuenta, hemos creado un puente de empatía en toda la nación. México ha hecho vibrar a toda Latinoamérica y al mundo por la respuesta activa de su sociedad; una población unificada en apoyo a sus áreas vulnerables, al rescate de todos los atrapados entre los escombros.

Con transmisiones en vivo vivimos la tragedia, aún fuera de los estados mayormente afectados; pero también sentimos la piel estremecer al escuchar el canto de “México lindo y querido” entonado por los primeros respondientes. Es por ello que hoy escribimos aquí, para hacerles no olvidar lo que como humanos podemos lograr, sin importar gobiernos, credos y edades.

​Ante la adversidad, tenemos posturas diversas: por un lado, tenemos a aquellas personas que están empeñadas en la reconstrucción de sus bienes inmuebles a pesar de que es una situación con letargo. Por otra parte, se encuentran aquellos que se han visto orillados a vender a precios de remate sus patrimonios y re-invertir en zonas más alejadas o más pequeñas, algunos con complementos financieros que les han generado una deuda que tendrán que cubrir en los próximos 20 años.

Una de las mejores aportaciones al tema de la reconstrucción la realizan dos iniciativas como Ciudadanía 19s y Ruta Cívica, con el Manual para la reconstrucción con dignidad CDMX donde sintetizan claramente el largo proceso, los actores, los fondos, las leyes y los requisitos que han tenido que seguir los damnificados para lograr reconstruir su inmueble y su vida.

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