Con las donaciones que se dieron en el sismo del 19 de septiembre del 2017, nos percatamos de que es necesario un destino único en el que se resguarden y redirijan las distintas donaciones, ya sean en especie o monetaria.
De parte del gobierno o de alguna asociación civil, es fundamental que habiliten una cuenta única en la que se puedan depositar todos los donativos nacionales e internacionales y a su vez, esté transparentada completamente con un grupo de organizaciones no gubernamentales o asociaciones civiles que funjan como observantes de que cada uno de los recursos sean correctamente empleados.
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Cualquier tipo de ayuda es necesaria en caso de un sismo, sin embargo, se deberá de tener claro lo que es más necesario en el momento; es por eso que se deberá tener un monitoreo constante de las solicitudes que emiten los Albergues y Centros de Acopio para saber qué es lo que más hace falta y bajo qué condiciones se deberá de entregar en dichos establecimientos.
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Todas las ayudas y donaciones se deberán canalizar por medio de los centros de auxilio ya que son los que tienen toda la información de en qué lugar se necesitan con urgencia. Si llegan a PROTOCOLO CERO, se conducirán a donde sean útiles.
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Las herramientas y materiales de construcción deberán ser también concentrados en los centros de auxilio, ya que son los que tienen toda la información de en qué lugar se necesitan con urgencia.