CHILE, OFICINA NACIONAL DE EMERGENCIA DEL MINISTERIO DEL INTERIOR (ONEMI)
Tiene un sistema único ante desastres naturales que funciona bien y es un ejemplo a seguir, se trata de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI), que es el principal responsable en dicho país para cubrir la postura de las ciudades afectadas por un sismo. A su vez, provee a los ciudadanos chilenos de una serie de recomendaciones, videos interactivos, mapas de cada ciudad del país con las zonas seguras a las que un ciudadano común puede dirigirse si corre peligro su vida.
También, hacen trabajos de gestiones políticas, para que exista una reacción adecuada por parte del Gobierno al momento de siniestro, así como transparentar cada una de las inversiones que se realizan, dando poder a una Ley de Participación Ciudadana en la cual esté inmersa la ciudadanía y que se encuentre en constante comunicación con el Gobierno.
Un ámbito importante a destacar es la información para las personas que resulten dañadas por un desastre natural, por ejemplo, requerimientos mínimos necesarios para crear viviendas de emergencia, donde te indica desde los materiales que necesitas hasta las dimensiones ideales para poder fabricar un refugio temporal.
Dentro de su sitio web http://www.onemi.cl/ podemos encontrar la función principal de esta instancia.
JAPÓN, AGENCIA METEOROLÓGICA DE JAPÓN (JMA)
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) -por sus siglas en inglés-, es la única instancia encargada en todo lo relacionado a los sismos, desde el monitoreo en cada una de las ciudades hasta saber cómo reaccionar y qué se debe hacer después de un evento, así como registrar los daños causados a las edificaciones.
En este país asiático, la población cuenta con una amplia experiencia de lo que se debe de hacer antes, durante y después de un movimiento telúrico, ya que desde la infancia, en las escuelas se les enseña a saber cómo reaccionar en el momento justo cuando empieza un temblor y todo esto mediante diferentes tipos de dinámicas, que van desde realizar simulacros constantes en salones de clases hasta crear una experiencia similar por medio de un simulador de terremotos.
En la página web de la JMA https://www.jma.go.jp/jma/en/menu.html, la población japonesa puede encontrar información acerca de temblores en tiempo real sobre cada una de sus ciudades, así como recomendaciones, avisos y mapas que ayudan a las personas a saber cómo reaccionar y hacía donde se tienen que dirigir si se llega a registrar un terremoto.
“En los últimos tiempos, cada vez que tiene lugar un desastre natural, la Agencia Meteorológica de Japón se presenta en la zona afectada y responsables como el jefe del Departamento de Previsión y el jefe del Departamento de Supervisión de Terremotos y Tsunamis salen a declarar en ruedas de prensa televisadas. Sus servicios no solo son cruciales para la gestión de desastres, sino que se han convertido en una parte esencial de la infraestructura informativa para la vida cotidiana actual. La peculiaridad organizativa de la Agencia Meteorológica es que desde siempre la gran mayoría de sus empleados, empezando por el secretario o el antiguo jefe del Observatorio, son profesionales con perfiles técnicos. La plantilla se encarga desde la previsión meteorológica hasta fenómenos hidrológicos como inundaciones, desprendimientos de tierra, terremotos, volcanes, tsunamis, fenómenos marinos, además de la información del tiempo para la aviación y la supervisión de los niveles de CO2 y la capa de ozono. En definitiva, se trata de una organización que cubre prácticamente todos los fenómenos naturales aéreos, terrestres y marinos.”
Algunos países como Chile y Japón han sabido organizarse y ser precavidos con eficiencia. Son nuestros grandes ejemplos a seguir.Gracias a estos dos casos de estudio, aunado a las diferentes fuentes del gobierno y de asociaciones que surgieron en el momento del sismo del 19 de septiembre del 2017, se ha llegado a la conclusión de que es necesario crear un frente único que esté trabajando conjuntamente, Gobierno con Asociaciones Civiles, con el fin de tener un mayor control de todo lo que surja en un terremoto.